miércoles, 12 de septiembre de 2007

Eterno resplandor de una mente sin recuerdos

- se acaba, pronto desaparecera...
- lo se.
- que hacemos?
- disfrutarlo...

6 comentarios:

Negra dijo...

Qué bueno ver reflejada en tan corta frase la escencia del pensamiento de casi todos los tipos que he conocido en mi vida. Brindemos!

Negra dijo...

Mentes sin recuerdos, divinos todos.

Negra dijo...

Si, qué tal...cómo te llamabas? Ah, esperá que me tomo el 186 hasta William C. Morris y vuelvo. Suerteeeee!

Navecrematorio dijo...

Increible ¡Celebrate the kippel!

Cedra dijo...

Se subirá de todas maneras al mismo tren, en el mismo vagón y la volverá a encontrar. Siempre. Estará ahí, porque debe estarlo. No hay liberación posible.

Somos nuestros recuerdos, el resplandor de alguna luz que hubo encendida alguna vez.
Lo memorable tiene resistencia propia detona ante un olor, una canción una palabra. Cuando sus recuerdos morían, él descubre que los quiere conservar, la esconde, trata de protegerla dando saltos en el tiempo
Todo es tan dramáticamente fugaz, inseguro e inestable como el la belleza del color cambiante del cabello de Clementine.

Una de mis escenas favoritas, es la casa usurpada en la playa, el agua del olvido impuesto filtrándose por las paredes y ella pidiéndole a el, que se quede, ¡que por favor se quede!.El agua sin piedad y ella riendo. Subiendo las escaleras, recorriendo la casa, apropiándosela, tomando la tragedia a latigazos de carcajadas. Y el, que la mira como diciendo “me doles”, se va sin animarse a pelear.
El agua entrando tras la puerta cerrada, la casa desarmándose, ahogándose en un mar de dudas. Inundando todo. Y el agua que lo salva o lo condena. Que para le caso era lo mismo.

elvis dijo...

el díalogo sigue así:
- ok, dame un pucho.
- no, no quiero que fumes más hoy.
- pero ni mañana no te vas a acordar de esto...
- dale no fumes...
- bueno, compremos merca así no dormimos.
- la merca no solo produce eso, produce adicción...
- pero si mañana no vas a recordar...