jueves, 14 de junio de 2007

Hamaca

Sofia a los cuatro años se entero que no tendría mas padre.
Un accidente automovilístico se lo arrebato días antes de su fiesta de cumpleaños.
Impaciente, ante la palabra muerte, preguntaba a todos, incomodando.
Consiguió respuestas ficticias y otras un tanto mas reales, pero se conformó con una que le marco su abuela materna.
"Tu papa se fue al cielo, ahora vivirá allí, pero siempre va a estar junto a vos, cuidándote."
Un domingo frío de junio su tía la llevo a Parque Patricios.
En el arenero fue feliz, jugo con la arena que se le escapo entre los dedos enojándola, en el tobogán grito al subir las escaleritas y cerro sus ojos al bajar dejando que el viento libere sus rulos marrones, en el subi-baja por primera vez se sentó sola en su punta amarilla, salto sin generar un mínimo movimiento, se la veia feliz, después subió a la hamaca, una hamaca verde que la contuvo, cuando la hamaca retrocedió Sofia se agarro fuerte a los laterales y cuando la hamaca avanzo levanto los brazos con desición y en el momento de llegar a lo mas alto que la cadena permitía se esforzó y estiro los dedos con fuerza al tiempo que le hablo al aire, al cielo.
Luego lloro, y a la pregunta respondió:
"No voy a llegar nunca donde esta mi papá."

1 comentario:

Cedra dijo...

La muerte para los nenes es temporal reversible, los muertos vuelven a respirar y comer como sucede en los dibujitos animados,los personajes mueren se reconstruyen.
los dibujitos son escenciales para la estabilidad de un niño. siempre me consolo saber que el coyote no moriria definitivamente.me preparo para no desvastarme en muertes reales, y sentir en el fondo la esperanza de que se reconstruyan todos los que se convirtieron en mis fantasmas.

Recuerdo la historia de esta nena desde laprimera vez que la oi. Es muy tierno que haya entendido lo irreversible de la muerte porque es un lugar que por mas que uno haga esfuerzo,las hamacas no llegan.
Hermoso Marce.